La ciudad es mucho más que lo que se ve a simple vista; es un universo de experiencias que se despliegan a través de los cinco sentidos. Y así, con una perspectiva única, nos aventuramos junto a 55 apasionados alumnos de la Ucam en Cehegín para explorar, sentir y crear. Con la metodología del Design Thinking como brújula, nos embarcamos en una odisea de innovación y turismo, y los resultados nos dejaron maravillados.
👁️ Vista: Abrimos nuestros ojos para descubrir la belleza arquitectónica, los rincones escondidos y las vistas panorámicas que Cehegín tiene para ofrecer. Cada rincón reveló una historia, una posibilidad y una oportunidad para la innovación en el turismo.
👂 Oído: Escuchamos las voces de los habitantes, sus relatos y sus deseos. Sus historias tejieron un tapiz de conocimiento local que iluminó nuevas ideas y enfoques que podrían enriquecer la experiencia de los visitantes.
👃 Olfato: Los aromas de la ciudad nos transportaron a su historia y cultura. Desde el aroma de la cocina local hasta el olor a tierra fresca, los olores nos conectaron con las raíces de Cehegín y nos inspiraron a pensar en formas creativas de capturarlos y compartirlos.
👅 Gusto: No podríamos explorar la ciudad sin saborear sus delicias culinarias. Los sabores únicos y auténticos nos llevaron a considerar cómo el turismo gastronómico podría ser una parte esencial de la experiencia en Cehegín.
👐 Tacto: A través del tacto, sentimos la textura de las calles empedradas, las superficies de los edificios y los objetos que se entrelazan con la historia de la ciudad. Esta sensación táctil nos recordó la importancia de diseñar experiencias táctiles y tangibles para los visitantes.
🔮 Innovación que Despierta los Sentidos: A medida que aplicamos el Design Thinking a través de dinámicas interactivas, surgieron ideas audaces que abrazaban los cinco sentidos. Desde experiencias turísticas sensoriales hasta propuestas que honraban la historia y la cultura de Cehegín, los alumnos demostraron que la innovación puede estar arraigada en los sentidos más profundos.
En resumen, explorar una ciudad con los cinco sentidos no solo es un viaje de descubrimiento, sino también una ventana a la innovación. Con los 55 alumnos de la Ucam, demostramos que al sintonizarnos con los sentidos de un lugar, podemos desbloquear oportunidades inexploradas y crear experiencias turísticas que dejen una impresión duradera en los visitantes.
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